Esta mañana estaba yo en el trabajo sin parar de hacer cosas pero como mi mente es multimedía de repente se ha puesto a pensar y me ha dicho “¿Recuerdas la primera vez que conociste a una persona?”. El enlace ha sido un poco sin un sentido lógico, de esto que vas enlazado un tema con otro y te encuentras en ese instante: Cuando entré en clase en silencio y saludé a la chica que había unas filas más adelante el primer día de clase en la universidad y casi pega un bote, cuando subí en aquel tren y aquel chico me miró con cara de “¿Y tú quién eres?”, cuando quedamos a frikear en la Puerta del Sol como si nos conociéramos de toda la vida, cuando entraste en la recepción del hotel y dije “Eres tú” con tu cara de resaca horrible…
Todas son primeras veces y creo que recordar esas primeras veces y hacerlo con mucha intensidad no pueden significar nada más que sea un amor verdadero. Del de verdad y en ninguno de estos me equivoco: han sido algunos de los mayores amores de mi vida y por eso recuerdo perfectamente esa primera vez. Porque da igual el tiempo que pase, los mejores y peores momentos, todo. Siguen siendo los grandes amores y están ahí cuando hacen falta.
Ilustración: Dimosthenis Prodromou