Hombre 1: ¿Te he dicho que te quiero?
Hombre 2: Pero, ¿Cómo me quieres?
Hombre 1: ¿Hay alguna forma especial de querer? Siempre estamos poniendo etiquetas a todo.
Hombre 2: No sé, puedes quererme como amigo, como alguien de tu familia, como tu amante, como tu novio. Ummm, ¡como futuro marido! (Se ríe a carcajada limpia)
Hombre 1: Simplemente te quiero ¿Qué si quiero follar contigo? Pues mira, no lo sé, nunca me lo he planteado
Hombre 2: Yo no lo veo, somos tan diferentes… pero nunca digas de este agua no beberé, ya se sabe. Tienes un buen culo.
Hombre 1: Anda, tira para el agua que estás pensando demasiado y hace mucho calor
Hombre 2: ¡Tú la llevas!
Hombre 1: ¿Has retrocedido a tu infancia? Te vas a enterar…
(Ambos llegan al agua corriendo, se agarran, tropiezan y se zambullen)
Hombre 2: ¿Has visto? El mar llegaba hasta aquí… y ahora se ha extendido
Hombre 1: El calentamiento global lo está jodiendo todo, un día inundarán las ciudades. Los leones marinos conquistarán las tiendas de alimentos de los chinos.
Hombre 2 (con cara triste): Sí, seguro. Estaba pensando, he olvidado a los amigos que perdí. Los que ya no están, los que fueron, los que decidieron irse, y los que tuve que echar de mi vida para que fuera mejor
Hombre 1: ¿Y eso es malo? Lo importante son aquellos que todavía están, o quieres que estén. Esos nunca se perderán en tu mente por muy lejos que estén o el tiempo que haya pasado sin verles.
Hombre 2: Cuando salgamos mandamos una foto a Ed Wood.
Hombre 1: ¿Por qué le pusimos el apodo de Ed Wood?
Hombre 2: Porque es un tío ingenioso y creativo. Supongo. Es gracioso, pero cariñoso.
Hombre 1 (otra vez pensativo): ¿Te he dicho que te quiero?
Hombre 2: ¿y yo? ¿te lo he dicho? Eres una de las personas más importantes de mi vida
(Ambos se funden en un abrazo, la corriente les lleva hasta la orilla. Los dos se ríen y vuelven al agua)